Hay momentos en los que necesitas hacer un paréntesis en tu vida. Y eso ha sido mi verano; un paréntesis,en parte forzoso,en parte necesario.
Forzoso porque vuelves a revivir una historia que lo único que te produce es miedo y una tristeza camuflada en sonrisa.
Necesario,porque tan solo te preocupan los tuyos y te dedicas solo a ellos,un cuidado recíproco entre los que quieres y los que te quieren. Lo demás sobra,no importa.
Y ahora,después de 3 meses de paréntesis en un blues con pequeños destellos de luz, vuelves a esa ciudad que te promete grandes sueños... y empiezas de 0,sintiendo que en el fondo,eres una privilegiada que debe dar gracias dia a dia a la vida.
Ahora toca mirar hacia delante y disfrutar de lo que venga...
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